El Mundo Hoy
Francisco ecos de Los
La muerte del papa Francisco marca el fin de una era que, aunque no logró cambiar la estructura pétrea de la Iglesia, sí la obligó a mirarse en el espejo de un mundo en transformación. Francisco intentó humanizar el papado y hacerlo más pastoral que monárquico. Con él, el Vaticano dejó de ser la ciudadela amurallada de la ortodoxia y se abrió, aunque sea parcialmente, al clamor de los pueblos, los migrantes, los pobres y la Tierra. Su encíclica Laudato si’ quedará como uno de los documentos más potentes de la era moderna sobre justicia ecológica. Su pontificado, sin embargo, no estuvo exento de críticas. Su rol en la gestión de los abusos sexuales cometidos por miembros del clero fue uno de los momentos más polémicos. El legado de Francisco es, en suma, complejo. Dejó huella en su intento de acercar la Iglesia al mundo real, pero también mostró los límites de un papado reformista en una institución anclada en siglos de tradición y poder. En cualquier caso, Bergoglio cambió el tono, y quizás también las expectativas de lo que puede —o debe— ser un pontífice en estos tiempos. En tal sentido, el próximo cónclave no solo elegirá a un papa: elegirá el acento moral y político de una institución que aún influye en millones de personas.
92 | VISION MAGAZINE |
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