Vision Magazine Latam - Mayo/Junio 2025

Entrevista

Tú has sido muy crítico de los progra - mas genéticos… Claro, los fondos de inversión que entraron a la propiedad de las empresas de genética vieron esto como un negocio más de su portafolio y comenzaron a vender licencias a diestra y siniestra, de forma ilimitada, obviando que las producciones de fruta del hemisferio sur tienen una demanda limitada. ¡La demanda en Europa, Asia y Estados Unidos no es infinita, señores! Si siguen vendiendo “a Pedro, Juan y Diego”, saturando cada vez más el mercado, nos van a terminar reventando a todos los pro- ductores del mundo. Si no nos cuidan no vamos a poder seguir pagándoles los royalties, así de simple. ¿Es posible ejercer presión para rever- tir esta situación? Yo creo que sí. Tenemos que juntarnos los productores de uva de Chile, Perú y quizás también Sudáfrica, para poner los límites y decirle con fuerza a los genetistas “señores, no vendan más”. Acá no es un tema de no querer com- petir, somos cientos de productores y exportadores, estamos lejos de ser un monopolio. Competimos, y compe- timos bastante. Pero, si no limitan la venta nos matan el negocio. Volvamos a la cereza. ¿Cuál es tu lectura de lo que pasó este año con los precios? En la industria todos sabíamos que los volúmenes que venían eran enormes y que esto podía colapsar China. Pero, como no sucedía, no se tomaban las medidas para evitarlo. Tampoco se sabía con precisión los volúmenes que se venían. Algunos ponían paños fríos y afirmaban que jamás se llegaría a los 100 millones de cajas, mientras que los más objetivos advertían que se podría alcanzar los 130 millones o más. Y bueno, efectivamente, este año se bordeó los 130 millones de cajas, de los cuales el 90 por ciento se fue a China. Hace rato se hablaba de la necesidad de diversificar mercados… Pero, en la práctica, cuando te ibas con un 30 por ciento de tus cerezas a Estados Unidos, Europa u otros países de Asia, terminabas poniéndole plata a la liquidación, porque tu precio era más bajo. Claro, este año, si alguna

exportadora llevó el 30 por ciento de su volumen a otros mercados, le achuntó medio a medio, pero dudo que alguna lo haya hecho. ¿Crees que la industria ya hizo el aprendizaje? Bueno, en Gesex estamos convencidos que la principal variable que incidió en la caída de los precios fue el exceso de oferta. Los negocios funcionan cuando hay una demanda capaz de absorber tus volúmenes, así de simple. En China, la cereza, además de ser un producto apreciado por las razones que todos conocemos, basaba su éxito en una oferta relativamente limitada, es decir, que alcanzaba para que todos pudieran comprar un poco y los chinos se quedaban con la sensación de “pucha, me hubiera gustado comprar un poco más”. Pero este año la oferta alcanzó para que todos compraran lo que quisieran, y si querían comprar más, aún había cerezas disponibles. Tenemos que juntarnos los productores de uva de Chile, Perú y quizás Sudáfrica, para poner los límites y decirle con fuerza a los genetistas: señores, no vendan más”

¿La calidad no fue factor? No, la calidad fue la misma de años anteriores. Hay una cuestión que es de manual: cuando hay mucha oferta, el mercado tiende a cuestionar la calidad. Cuando hay poca oferta, la misma calidad te la encuentran fantástica. Ahora bien, dentro de las cosas que la industria debe hacer para revertir este escenario está mejorar aún más la calidad de la cereza. ¿Qué significa esto? Producir una cereza más firme y de mayor calibre. Enton - ces, quizás calibres como L y una parte de XL tendrán que quedar fuera de la exportación. Y en tal sentido, es importante tener presente que lograr calibres más grandes implica producir menos kilos por hectárea. Es un hecho que los volúmenes seguirán creciendo. Hoy en Chile hay

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